En las laderas de los valles que rodean los ríos Luiña, Narcea y Naviego, en el concejo de Cangas Del Narcea, es donde nacen nuestras cepas, consideras de alta montaña. El cuidado artesanal que se le prodigan a estos viñedos, sirve para conservar las tradiciones más ancestrales, pero a la par, se incorporan nuevos adelantos que nos acercan a la excelencia vitivinícola.
Cultivamos variedades autóctonas muy particulares como la carrasquín, albarín tinto y blanco, y la siempre sorprendente verdejo tinta. Con cepas de hasta 150 años. El trabajo tiene mucho de artesanal y es eminentemente manual, debido a la disposición de las cepas en las viñas y también a la pendiente.